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Es tiempo de alegría... y de estrés

Ya estamos planeando el Día de Acción de Gracias, el tiempo se ha vuelto más frío y empiezan a llegar las invitaciones a las fiestas. Me encanta esta época del año en la que hacemos un esfuerzo especial para ver a la familia y los amigos. Algunos de nosotros tenemos hijos mayores y nietos que viajan a casa para vernos, lo que llena de alegría esta época del año. Sin embargo, a medida que aumenta el nivel de actividad, a menudo también lo hace el estrés.

La falta de sueño, los excesos en la comida o la bebida y el estrés económico contribuyen al estrés navideño e incluso a la depresión. Los profesionales de la salud mental tienen un nombre para los sentimientos que algunas personas sienten durante las fiestas: depresión navideña.

Todos debemos ser conscientes de nuestra salud mental durante las vacaciones; como mínimo, debemos acordarnos de bajar el ritmo y cuidar de nosotros mismos. En cuanto a los familiares, amigos y compañeros de trabajo que no estén rodeados de seres queridos, debemos vigilarlos, especialmente durante las vacaciones. Los cambios en el apetito o el peso, el aumento de la irritabilidad, la falta de interés y la dificultad para concentrarse pueden ser signos de depresión y estrés navideños.

Aunque me encanta ir de compras, a veces elegir los regalos me produce estrés. Quiero elegir el regalo perfecto para cada persona de mi lista. ¿Quedará bien? ¿Es del color adecuado? ¿Ya tienen uno? Luego está el envoltorio. Y la presión externa: el Viernes Negro, el Sábado del Pequeño Comercio, el Ciberlunes... ¡todos nos instan a comprar! ¡Comprar ahora! ¡Comprar hoy! ¡Compre dos!

No tengo nada en contra de los regalos; de hecho, me gustan mucho. Pero para mí, el comercialismo y la presión le quitan parte de la alegría a la temporada. Quizá a ti también te ocurra.

He aquí una idea. Mientras estás reunido en torno a la mesa de Acción de Gracias con la familia y los amigos, ¿podrías preguntar a los demás si sienten el estrés? A ver si reaccionan positivamente a la propuesta de comprar menos, poner un tope al gasto por regalo o incluso hacer el amigo invisible en lugar de comprar un regalo para cada uno. ¿Qué tal proponer donaciones a organizaciones sin ánimo de lucro, o comprar para familias necesitadas en lugar del intercambio familiar de regalos?

Y aunque sea un poco egoísta (bueno, ¿más que un poco?), les sugiero que hagan una donación comunitaria a United Way of Delaware para apoyar nuestro trabajo en educación temprana, preparación universitaria y profesional, estabilidad financiera y justicia racial.

Con su donación de hoy, está contribuyendo a un mañana mejor para nuestras comunidades y nuestro estado. Y como tenemos un reto de donaciones equivalentes, su donación en noviembre será igualada dólar por dólar y tendrá el doble de impacto.

Sinceramente,

Michelle A. Taylor - Presidenta y Directora General - United Way of Delaware

Michelle
Michelle A. Taylor
Ed.D. Presidente y Director General United Way of Delaware

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